¿Son las NFT una revolución en el mundo del arte digital o sólo otra burbuja a punto de estallar? 

N x NFTS, es un programa dirigido a los intrigados por el arte digital, las NFT y su inmenso potencial.

Entrevistamos a muchos artistas de renombre y les hicimos a todos la misma pregunta: ¿Son las NFT una revolución en el mundo del arte digital o es sólo otra burbuja a punto de estallar?

Hoy entrevistamos a Brosmind, un dúo creativo y estudio multidisciplinar fundado en 2007 por Juan y Alejandro Mingarro. Los hermanos, que trabajan juntos desde la infancia, son conocidos por su sentido del humor lúdico y su inquebrantable atención al detalle. Su trabajo ha sido publicado, expuesto y premiado en todo el mundo.

Brosmind acaba de lanzar su colección de NFTS llamada Shamanzs, una original colección de NFTs generados aleatoriamente. Cientos de rasgos han sido dibujados a mano, para crear un vasto abanico de personajes amorosos únicos y de gran calidad que explicaremos en la entrevista de hoy. 

¿Qué le introdujo en este mundo del arte digital y qué es lo que le resulta atractivo e interesante de las NFT?  

Alejandro : Todo ocurrió al principio de la pandemia, debido a la crisis de negocio que se generó, las agencias no llamaban... Con las NFT vimos la posibilidad de generar negocio y conectar directamente con nuestro público. Algunos de nuestros compañeros ilustradores empezaron a entrar en el mundo de las NFT para contrarrestar la crisis de negocio en el sector publicitario y editorial. Seguimos haciendo ilustraciones comerciales para publicidad, y poco a poco empezamos a experimentar con las NFT. Fue en el último año cuando empezamos a hacerlo más en serio.

Poco a poco, pudimos ver cómo nuestros proyectos personales, que a menudo acaban siendo simplemente algo que mostrar en la web o en exposiciones, nos permitían crear un tipo de trabajo más personal, más conectado con nuestro público y poder ganarnos la vida con ello. Eso nos llamó la atención y lo fuimos intentando poco a poco, pero nunca nos decidimos por el trabajo comercial. Tuvimos la suerte de que incluso en la pandemia seguíamos trabajando. 

Juan: Es muy diferente a lo que habíamos intentado al principio, el mundo de las NFT funciona como una pequeña galería donde vas añadiendo tus obras. El funcionamiento es similar al del arte tradicional. En cambio, con este proyecto o con otras colecciones como Shamanzs, hay muchos más factores; además de la utilidad que hay detrás para muchas personas es un activo financiero en el que invierten. 

Alejandro: Esa era una de las preocupaciones que teníamos, mirarlo siempre desde un punto de vista artístico. Cuando generas una NFT en plataformas más exclusivas, el arte es lo principal, pero en colecciones masivas como Shamanzs o piezas autogenerativas, el arte puede quedar como algo secundario en muchas de ellas. Queríamos desarrollar algo donde el arte fuera primordial. Queríamos crear una colección sólida a nivel visual y con este proyecto nos sentimos muy cómodos. 

 

Entonces, ¿está ya terminada la colección? o ¿piensa ir creando y añadiendo nuevas NFT? 

Alejandro: La idea desde el principio es que no sólo la colección sino el proyecto en sí va a ser a largo plazo. Aparte de las superficies de este primer lanzamiento que hemos creado, la idea es construir una marca detrás, y que se mantenga constantemente. 

Shamanzs es una idea a largo plazo. Lo bueno es que tenemos una comunidad que ha acogido super bien el proyecto, y va de buen rollo. Hemos conseguido un equilibrio en el que nos sentimos muy cómodos y que nos permite ir creciendo poco a poco. 

Juan: Realmente es una comunidad que se ha vuelto importante para sí misma. Hay gente que se comunica y se reúne todos los días. Hacen cursos, comparten conocimientos y hay chats en varios idiomas, es increíble. 

¿De qué manera cree que las NFT complementan el mundo del arte? ¿Qué ventajas, además de las económicas, ve en las NFT en comparación con las formas más clásicas de crear y comerciar con obras de arte?

Juan: Aquí depende mucho de la parte técnica. No somos expertos, pero toda esa parte de desarrollo permite cosas que la obra de arte tradicional no puede hacer. Hay piezas que evolucionan con el tiempo, cosas que ni siquiera podemos imaginar y los desarrolladores o programadores son los que ahora están investigando ese mundo. 

Alejandro: Es muy interesante porque son llaves que abren otros mundos. Esta colección va evolucionando con el tiempo, hay cosas que caducan y personajes que evolucionan. Por un lado, tienes la parte técnica, que es increíble que puedas poner una fecha y unos límites, pero también la parte narrativa que puedes ir añadiendo y que se vaya fusionando. Eso es súper interesante. 

Tiene su lado bueno, pero también su lado malo, que son todos los fraudes o estafas... ¿Qué opina al respecto? 

 

Alejandro: En realidad, esto también existía en el mundo del arte tradicional.

Hay muchas especulaciones y muchos ataques virtuales. Hemos sufrido un ataque directo a nuestra propia colección que todavía estamos estudiando. El día del lanzamiento vimos movimientos extraños y se supuso que era un ataque coordinado de alguien que quería que fracasara o quería boicotear el lanzamiento. Aunque hay rastro de todo, también hay sistemas para preservar el anonimato y no se ve quién está detrás. 

Todavía es algo muy nuevo, así que ahora todo el mundo lo está aprovechando al máximo y supongo que poco a poco se irá asentando. Hay que ver cómo se aplica exactamente, cuáles son las líneas de trabajo. Supongo que con el tiempo todo se estabilizará.

Juan: Es un poco como el salvaje oeste. Es difícil de controlar, todavía no está legislado. Se están haciendo muchas cosas por primera vez. Hay diferentes teorías... ahora es un poco arriesgado. 

Alejandro : Tiene muchas cosas malas, pero las buenas son tan buenas que sólo tenemos que esperar un poco y ver cómo evoluciona todo. Para nosotros el futuro ideal sería que nuestros clientes nos contrataran a través de un contrato inteligenteen el que se pudiera hacer un seguimiento de esa parte. Tenemos que mejorar el tema del consumo de CO2, pero en sí, la tecnología nos parece muy útil y nos fascina, y no sólo en el mundo del arte. 

Se están sumando muchas marcas de lujo, ¿cree que será un mercado más exclusivo o está al alcance de todos? 

Alejandro: Creo que se popularizará a todos los niveles, al final todos tendremos una NFT, ya sea de arte o de otra cosa. Obviamente, hay otras empresas y también se unirán porque es como una tendencia. Sólo hay que darle tiempo. Puede que las NFT tengan esa aura exclusiva y elitista, pero siguen siendo accesibles. Por ejemplo, el día de mañana, podrías ir a la escuela y cada alumno tiene su NFT, que podría ser una llave y el acceso a un mundo, como una librería, por ejemplo.  

Obviamente, están las grandes empresas que lo hacen más exclusivo y elitista porque la gente que tiene criptodivisas es gente que tiene dinero, pero poco a poco se irá popularizando. 

Juan: No podemos echar la culpa de las malas prácticas de las empresas de cada sector a las NFT, porque es algo que ya se hacía antes. Las grandes marcas también hacen cosas, como vender un producto que se supone exclusivo por mucho dinero, pero que en realidad no vale tanto... estás pagando por prestigio. Eso no es culpa de la NFT en sí, sino de cómo funciona el mundo. La tecnología blockchain tampoco tiene la culpa de eso.

Alejandro: Tenemos que cambiar la mentalidad. Venimos de una generación que valora las cosas materiales, nos gusta tener libros, coleccionar películas, cosas que se puedan tocar. Sin embargo, las nuevas generaciones están muy vinculadas a la tecnología. Es algo que llevamos haciendo muchos años, sólo tenemos que cambiar la mentalidad a medida que nos adentramos cada vez más en el ámbito digital. 

 

¿Qué futuro ve a corto y largo plazo? 

Alejandro: Creo que todavía hay gente que se resiste a entenderlo, o no entiende por qué se pagan esas cantidades por determinadas piezas. Pero una vez que estás dentro, lo entiendes mucho mejor. Poco a poco se irá popularizando. Creo que se aplicará en el día a día. Habrá cosas como comprar un piso, sacarse el DNI, el pasaporte, todo estará ligado a la tecnología. Igual que con Netflix. Antes alquilábamos o comprábamos películas, ahora pagamos una suscripción. Con el paso del tiempo, la gente lo verá como algo normal. Poco a poco, tiene que encontrar su lugar. 

Juan: Sí, hay casos extraños o criticables, pero hay otros en los que se ha utilizado muy bien esta tecnología. Hay que esperar, ser optimistas y creer que estas buenas prácticas serán mayoritarias en el futuro.

Alejandro: Creemos que hay que corregir todos los costes medioambientales y energéticos. Ya hay plataformas y criptomonedas que lo están abordando mejor, pero todavía estamos en fase de pruebas. Es como cuando salió Whatsapp, que decían que si enviabas un texto con un solo emoji consumía mucha energía. Toda tecnología tiene problemas al principio, así que es importante ver cómo se utiliza y cómo se puede optimizar..